Aquí he reunido todos los copos de nieve y los tuits publicados sobre el intento de la extrema derecha de crear una internacional populista. Con ellos, he construido un tipo de tablero de investigación (investigation board), en forma de listado textual (no gráfico), con los correspondientes vectores de conexión. Es parecido a aquello que hacen los detectives en las películas de cine negro, colgando recortes de periódico y fotos en las paredes, e interconectándolas con un rotulador. El propósito es que el modelo no sea estático, sino dinámico, añadiendo elementos a medida que se vayan produciendo novedades o ampliando la investigación.
La mayor parte de las informaciones proviene de fuentes publicadas en los grandes medios de referencia globales o en la misma Wikipedia (también en las notas y las referencias), otras proceden de los mismos protagonistas (páginas web, libros y otros documentos), y algunas son fruto de una investigación más profunda dentro de las redes, a partir de documentos igualmente accesibles, pero menos al alcance de todo el mundo.
El objetivo consiste que la interconexión de las diversas fuentes cree conocimiento, y permita entrever los movimientos que se están produciendo y los que sucederán en un futuro. En ciencia, los textos que recogen el estado de la cuestión de una investigación determinada, a partir de los varios trabajos publicados, reciben el nombre de artículos de recopilación. Pues eso.
Copos de nieve sobre populismo y ultraderecha
(1) Los ataques feroces de Vox (y también del PP) contra el confinamiento no son espontáneos, sino que responden a una estrategia dictada desde los centros de decisión internacionales de la ultraderecha, en los que ellos pretenden reflejarse. Se quiere rentabilizar las muertes, el sufrimiento y la crisis económica para ganar espacio político en todo el mundo.
(2) Marion Maréchal (Le Pen) es nieta de Jean-Marie Le Pen y sobrina de Marine Le Pen. Ha fundado una universidad alternativa (ISSEP), con sede a Lyon (y delegación a Madrid), con el objetivo de formar los futuros líderes de la “derecha verdadera”, y “de favorecer el nacimiento de una generación de nuevos responsables de decisiones”. Es decir, líderes. Los interlocutores en España son Vox y algunos miembros de la FAES.
(3) Las dos personas de Vox relacionadas con el ISSEP de Marion Maréchal Le Pen son Gabriel Ariza y sobre todo Kiko Méndez-Monasterio. Gabriel Ariza es fundador de la web InfoVaticana, ligada al cardenal Robert Sarah (crítico con el Papa Francisco), y a los sectores católicos más conservadores. Las luchas dentro del Vaticano tienen enormes repercusiones políticas internacionales.
(4) Gabriel Ariza, fundador de la web ultracatólica InfoVaticana, es hijo de Julio Ariza, presidente del grupo mediático de extrema derecha Intereconomia. Gabriel Ariza es quien puso en contacto Santiago Abascal (Vox) con Mateo Salvini. Vox, con fondos no conocidos, ha salvado a Intereconomia de la quiebra: ahora se llama El Toro TV (título cutre con resonancias españolista).
(5) La persona de Vox más ligada al ISSEP de Marion Maréchal Le Pen es Kiko Méndez-Monasterio, autor del libro “Hay un camino a la derecha”. Fue director de “La Gaceta de los negocios” (Intereconomía) y ahora es el consejero áulico de Santiago Abascal. Él traza la estrategia de Vox.
(6) Gabriel Ariza, Santiago Abascal, Mateo Salvini…, “The Movement” (internacional populista). Con sede en Bruselas. Fundada por Steve Bannon (exasesor de la máxima confianza de Donald Trump), y Mischaël Modrikamen, líder popular belga. Visto bueno de Marine Le Pen, Viktor Orbán, Georgia Meloni (cofundadora del “Fratelli d’Italia”) y de una larga lista de dirigentes y movimientos ultraderechistas y populistas. Delegado para América Latina: Eduardo Bolsonaro, hijo del presidente del Brasil, Jair “Messias” Bolsonaro. “The Movement” recibe mucho dinero de origen norteamericano.
(7) Santiago Abascal tiene un problema grave. Y es él mismo. Rostro y ademán de inquisidor. Iluminado. Excluyente. Siempre con su pistola Smith & Wesson encima. Y esto, cuando los líderes de la extrema derecha europea se presentan en plan moderno y simpático. Santiago Abascal no sabe cómo moverse en este ambiente más sofisticado de la nueva extrema derecha populista. Le consideran como una reliquia del pasado. Parece un retrato del Conde-duque de Olivares.
(8) Cuando Stephen (Steve) K. Bannon llegó a París, después de romper aparentemente con Donald Trump, se instaló a una suite del hotel Bristol (a 32.000 $ la noche). Tenía mucho dinero y un apoyo financiero muy poderoso detrás. Su objetivo: internacionalizar el populismo. Él y Benjamin Harnwell alquilaron, por diecinueve años, la imponente cartuja Trisulti, cerca de Roma, con el objetivo de formar “gladiadores populistas y nacionalistas”. La transacción ha pasado por los tribunales.
(9) Benjamin Harnwell es el padre del Instituto Dignitatis Humanae, que agrupa los sectores más ultramundanos del Vaticano. La sede de esta organización es justamente en la cartuja Trisulti. Hasta hace poco, la presidía el cardenal fundamentalista Raymond Burke. En su consejo asesor (y quizá directivo) figura el cardenal Renato Rafaele Martino (crítico con el darwinismo, al cual calificó de “hijo del marxismo”). De allí salen buena parte de las campañas (siempre sutiles) contra el Papa Francisco.
(10) Raymond Burke, cardenal estadounidense, es uno de los líderes del ala más conservadora de la Iglesia católica (afirma que hoy es una “nave sin timón”). Dedica mucho tiempo a que lo revistan. Y acostumbra a presentarse en las parroquias arrastrando una inmensa capa roja desplegada y sostenida por jovencitos.
(11) Steve Bannon (declarado admirador de Vladimir Putin) abrió a Roma una delegación de Breitbar News, su medio de cabecera. Bannon considera que Roma puede ser el epicentro, alrededor del cual se muevan las diversas organizaciones ultraconservadoras (laicas y religiosas). Entre los financiadores de estas ideas, figura el multimillonario Robert Mercer, propietario de una fundación ultraderechista que patrocina, en los Estados Unidos, la ONG “Convention of States” y otras causas de signo populista.
(12) Robert Mercer, uno de los grandes donantes a la campaña de Donald Trump (2016), es fundador (con Bannon y el analista del MI6 Alastair MacWillson) de la compañía de análisis de datos Cambridge Analytica (SCL Group), ahora semiclausurada, origen de numerosos escándalos políticos. También es copropietario. Bannon propuso el británico Alexander Nix (experto en ciberseguridad) como consejero delegado de la compañía, que tiene su sede en Londres. Nix la definía como una compañía que actúa a la sombra. Mercer es también muy generoso con el Tea Party y en especial con el Tea Party Patriots.
(13) Cambridge Analytica (CA) recogió, almacenó y entrecruzó entre 50 y 100 millones de datos (generalmente perfiles de usuarios) procedentes de Facebook, con el conocimiento de esta red social (no ha quedado del todo claro qué papel jugó Mark Zuckerberg en este lío). Se crearon perfiles psicogràficos y ubicación de cada investigado. Y estos datos se usaron para alimentar campañas políticas de la derecha populista: campaña de Ted Cruz (Tea Party), campaña de Donald Trump, apoyo a Rodrigo Duarte en Filipinas, campaña a favor del Brexit… Se encontraron trazas de una posible relación de Cambridge Analytica con Rusia. CA ofreció sus servicios a Vox, pero la operación no cuajó porque eran demasiado caros.
(14) Ahora habría que seguir la trayectoria de Alexander Nix, porque, una vez clausurada Cambridge Analytica (al menos aparentemente), encontró refugio en la empresa Emerdata Ld., relacionada también con la Familia Mercer. Uno de sus directores era el empresario chino Johnson Chun Shun Ko, a la vez vicepresidente de Frontier Services Group, una compañía de seguridad con sede en Hong Kong y que opera en África. Está presidida por el empresario Erik Prince, amigo personal de Donald Trump y muy ligado a la CÍA. Próximo a Vladimir Putin. Se confiesa católico y libertario. Y da dinero a los movimientos más conservadores. Prince fue el fundador de la compañía de mercenarios y ejércitos privados Blackwater, ahora llamada Academi y propiedad de un grupo de inversores.
(15) La familia Koch es la otra gran donante para las causas conservadoras y libertarias. Charles y el difunto David han invertido mucho dinero en contra la teoría del cambio climático, la sanidad pública (reforma Obama), y a favor de reducir la presencia del Estado a la mínima expresión. Ultraliberalismo hasta las últimas consecuencias.
(16) El Tea Party Patriots es el ala más libertaria del Tea Party, con financiación de Robert Mercer y sospechas de dinero de origen ruso (hoy no son incompatibles). Anuncia una conspiración socialista contra América. Y reclama que sean los ciudadanos (no el Gobierno) quienes decidan libremente como combatir la covid19.
(17) Hay sospechas, ya suficientemente fundamentadas, de que el servicio militar de inteligencia ruso (GRU), algunos grupos de mercenarios bajo su dirección (especialmente hacquers), con el visto bueno del mismo Vladimir Putin, dan apoyo logístico y financiero a grupos ultraderechistas y a movimientos populistas en general.
(18) Una vez reunidos en el tablero de investigación este número variable de copos de nieve sobre la ultraderecha, llego a la conclusión (provisional) siguiente: el populismo se organiza en torno a las teorías libertarias (ultraliberales y conservadoras), con mucho capital de procedencia diversa y con la voluntad no disimulada de lograr el poder global. Los influencers globales de este conglomerado ideológico piensan que la covid19 es una oportunidad.
(19) Hay una frase de Steve Bannon, personaje que pretende mover los hilos de la extrema derecha populista en América y Europa, siempre presente a todas las salsas, que avala la hipótesis de la oportunidad de la crisis del covid19. Dice Bannon al periodista Michael Lewis: “La ira y el miedo son lo que atrae la gente a las urnas”.
(20) ¿Pero todos los objetivos consisten en llenar las urnas de votos? ¿Tienen acceso a las armas algunos grupos de ultraderecha? La tradición dice que sí. Y algunos datos apuntan en la misma dirección. Abascal a menudo va armado, según propia confesión. La excusa: amenazas de ETA. A finales de mayo de 2020, El País recuperaba una información siempre oscura, extraña, surrealista: el coronel de la Guardia Civil Rodolfo Sanz Sánchez, alias Rudolf, seguía siendo investigado (desde ya hacía cinco años) por haber supuestamente creado una red de suministro de armas a la extrema derecha, y también a delincuentes.
(21) Rodolfo Sanz Sánchez, alias Rudolf, tenía un trastero lleno de armas de guerra, miles de cartuchos y explosivos. El País situaba este arsenal en un edificio, de número 199, de la calle Embajadores de Madrid. El hilo que condujo a la evidencia fue una pistola hallada en manos del jefe de la Falange Manuel Andrino, un de los asaltantes de Blanquerna. También vendió supuestamente una ametralladora a otro candidato de Falange. Pero el coronel de la Guardia Civil no era el cabecilla de la organización secreta, sino el segundo. El auténtico number one era, es, un tal Jesús G. (alias El Grande), un civil cuyo apellido, por ahora, no se ha hecho público.