PRESAGIOS
el futuro de la ciencia, las tecnologías,
su comunicación y sus
impactos sociales
La ignorancia informada
Nadie está seguro de qué impactos tendrán las tecnologías de la información y de la comunicación (las TIC). Provocaran, sin duda, cambios revolucionarios que nos llevarán a nuevos estadios del conocimiento humano. Pero ¿seremos más sabios y más felices? Nadie la sabe. Lo único que se puede decir (por experiencia histórica) es que también originarán turbulencias y caos.
Arriba, más allá del horizonte
Cuatro noticias recientes pretenden dar respuesta a las preguntas que mucha gente se formula cuando contempla el cielo: el lanzamiento de la nave Dart contra un asteroide, el estreno de una película (“No mires arriba”) sobre la amenaza de impacto por parte de un cometa contra la Tierra, la publicación de un libro sobre el avistamiento de un objeto de origen hipotéticamente inteligente, y la puesta en órbita del telescopio James Webb. Cuatro noticias que nos sitúan más allá del horizonte, en el centro del cosmos.
La gran amenaza
Misiles hipersónicos, capaces de trasladar una o varias cabezas nucleares, a seis veces la velocidad del sonido; armas que toman decisiones autónomas, al margen de quien las ha disparado; guerra en el espacio, batallas cibernéticas… Muchos expertos señalan que la carrera de armamentos, que nunca se había detenido, podría entrar, a partir de ahora, en un periodo de aceleración y de expansión. Se puede dar la paradoja que, al mismo tiempo que se combaten las causas del cambio climático, se potencie el peligro de destrucción militar planetaria.
Cuando la derecha pierde el oremus
La reacción del PP y Vox ante las palabras del Papa sobre las fracturas en España y el legado americano no es un fenómeno puntual. No supone una pataleta infantil pasajera, ni una reacción enfurecida sin visos de continuidad. Responde a una estrategia perfectamente trabajada que no encuentra quien la pare: el fin del experimento Bergoglio y el retorno del nacionalcatolicismo.
La venganza de la geografía
El escaparate global se está complicando, y mucho: el Océano Pacífico como epicentro (con China y EE. UU. de protagonistas), Rusia reclamando un nuevo papel imperial, el arco de la crisis (Oriente Medio) siempre presente y gravemente conflictivo. Y Europa, en permanente perplejidad, casi fuera de juego. El controvertido intelectual norteamericano Robert D. Kaplan denominó este tipo de fenómenos como “La venganza de la geografía”.
¿Hacia una nueva edad media?
En 1972, Umberto Eco escribió un capítulo de un libro colectivo con el título La nueva edad media. La idea, compartida también por los otros autores, consistía en el hecho que la sociedad de finales del siglo XX, a causa de sus profundas contradicciones económicas y sociales, entre ellas el deterioro medioambiental, corría el riesgo de derivar en una nueva versión de la época medieval. Las palabras clave eran crisis y caos. ¿Se cumplirán aquellas pesadillas, ahora que se ha publicado el informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, avalado por la ONU, y algunos grupos radicales reclaman un decrecimiento global?
Democracia en peligro
La ciberguerra naciente no solo mejora y perfecciona de forma exponencial la vieja guerra política, basada en la desinformación, la intervención electoral y otras “medidas activas”, sino que plantea un auténtico desafío a la democracia global. Un libro del experto Thomas Rid explica un siglo de manipulación de la realidad, en la que cayeron periodistas y medios de prestigio. Una advertencia de cara al futuro.
El diccionario define el horizonte como la línea que limita la parte de la superficie de la Tierra visible desde un punto determinado. De forma más romántica: allí en donde confluyen el cielo y la Tierra. Yo pretendo sobrepasar esta línea. Así que esta sección contiene un conjunto de reflexiones con visión prospectiva sobre temas que van más allá de la actualidad. Y lo hago a partir de tres bases argumentales: los avances científicos, las innovaciones tecnológicas y su impacto social. Escribo horizontes, en plural, porque no puede haber un único punto de vista ni un único escenario, sino muchos. No conocemos todas las variables que conformarán el porvenir. Tan sólo sabemos que el futuro es una mirada que lanzamos hacia el horizonte y que regresa en forma de preguntas.
Una auténtica lata.
santiago.ramentol@uab.cat