En la década de los 50 del siglo pasado, los almacenes norteamericanos de ropa de vestir y complementos Lord & Taylor, una especie de Zara de lujo, otorgaban un premio al pensamiento independiente. Habéis entendido bien: al pensamiento independiente. ¿Os imagináis algo parecido ahora? Por ejemplo: ¿un gran centro comercial, un banco, un diario o incluso, una televisión privada o pública promoviendo el pensamiento crítico?
El premio del año 1953 correspondió a Albert Einstein. Recibió el galardón de Lord & Taylor por su “inconformismo”. Y es cierto. Cualquier biografía de Einstein nos muestra un personaje de una vida emocional complicada, pero siempre contrario a todo aquello que el consideraba una injusticia.
Einstein, uno de los grandes genios de la humanidad, se sintió curiosamente muy orgulloso. Y al aceptar-lo, hizo una apología de la libertad como a bien supremo y de la resistencia pacífica. El inconformismo, dijo, no es sólo un derecho, sino un deber intelectual.